MONNET & CO.
De Thatcher a Truss
La comparación con la Dama de Hierro deja mal a esta aspirante a suceder a Boris Johnson
Liz Truss tiene serias posibilidades de convertirse en primera ministra dentro de unas semanas. Su rival, Rishi Sunak, ex ministro de Economía, es crítico con Boris Johnson y no es favorable a bajadas de impuestos en este momento. Esta combinación de realismo ... y prudencia contradice la ola nacionalista que sigue dominando a los militantes tories. Sus notables no han tenido más remedio que finalmente deshacerse de Boris por la acumulación de mentiras y excesos, pero siguen muy vivas sus fantasías y bravuconadas. El todavía primer ministro en funciones apoya a Truss, su ministra de Exteriores, partidaria del choque permanente con la Unión Europa. Truss se identifica con Margaret Thatcher, la mujer que revolucionó el pensamiento conservador, transformó su país y ganó junto con Ronald Reagan la guerra fría.
Pero la comparación deja mal a esta aspirante a dama de hierro. Las dos políticas estudiaron en Oxford, donde Thatcher fue presidente del club conservador y Truss de la asociación liberal -la conversión a su actual militancia vino más tarde. Antes de liderar su partido, Thatcher destacó en todas sus responsabilidades, con una preparación descomunal y una feroz orientación a resultados. Fue un prodigio de seriedad, trabajo y adaptación al puesto. Ni los más fervientes seguidores reconocen estos rasgos en el desempeño de Truss desde que desembarcó en el parlamento en 2010.
Como primera ministra, Thatcher integró a sus rivales en el gobierno y les mantuvo cerca, algo que nunca haría Truss. A pesar de sus sonoras peleas con Bruselas, la pragmática hija del tendero nunca pensó en abandonar la Unión Europea. Trató de influir sobre su desarrollo y contribuyó de forma decisiva al gran logro del mercado interior. Truss fue primero favorable a la permanencia en la UE y hoy es una ardiente partidaria del Brexit. Niega sin inmutarse los datos sobre la disminución del comercio, las inversiones y el valor de la libra desde la ruptura. Thatcher abrió un largo ciclo de once años de pujante gobierno conservador. Truss parece llamada a cerrar otro bien distinto, con brevedad y sin brillo. No es desde luego su trasunto.
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